HAY ALGO EN EL AGUA

Desde los microplásticos en el agua mineral hasta los productos químicos en el grifo de la cocina, pocas veces ha habido tanta preocupación colectiva por la calidad de nuestra H₂O. ¿Podemos beber de forma segura?

- JOEL SNAPE

¿Es mejor el agua del grifo o la embotellada? Usa un filtro con ambas.

En los doscientos años transcurridos desde que el doctor John Snow descubriera que un brote de cólera se debía a una bomba contaminada de la calle Broad de Londres, el agua potable pública ha recorrido un largo camino. En la Unión Europea, la norma-tiva gubernamental, las pruebas rigurosas y la supervisión han hecho que durante mucho tiempo el agua que sale de nues-tros grifos sea lo más segura posible. Pero ¿podría estar cambiando el péndulo?

La hidratación nunca ha estado tan de moda, pero las historias de miedo sobre sustancias químicas, superbacterias y nanopartículas de plástico pueden hacer que te preguntes hasta qué punto es inteli-gente beber un par de litros de agua al día, y si hay algo que puedas hacer al respecto. ¿Hasta qué punto son reales los riesgos? ¿Existen pequeñas medidas para reducirlos? Vamos a verlo.

LO QUE HAY QUE SABER SOBRE LAS PFAS

Las sustancias perfluoroalquiladas y po-lifluoroalquiladas (PFAS) son un amplio grupo de sustancias químicas sintéticas que se utilizan en productos de consumo desde hace décadas. También son una de las mayores alarmas en el tratamiento del agua. Los PFAS se utilizan en todo tipo de productos, desde ropa impermea-ble hasta cajas de pizza, pero cada vez se filtran más en nuestro suministro de agua a través de productos químicos como la espuma antincendios. Hay miles de ellos, incluidas algunas variedades que también llegan al agua embotellada o mineral, y lo que dificulta su regulación es que sus efec-tos pueden ser muy diferentes dependien-do del tipo al que se esté expuesto.