EVITA LOS EMPACHOS NAVIDEÑOS TE CONTAMOS CÓMO

Varias citas importantes seguidas con mucha comida en la mesa. Este es el plan de cada año en estas fechas y, aunque lo pasamos algo mal en demasiadas ocasiones, lo cierto es que repetimos los mismos errores una y otra vez. Tras las comilonas llega el malestar y, tras las vacaciones, las lamentaciones por los kilos de más. Pero, iaún estás a tiempo de cambiar la situación!

- MARÍA GARCÍA

El "estoy llenísima" junto al "siento que voy a explotar" son dos de las frases más repetidas en estas fechas. Y es que los empachos forman parte de la Navidad y están tan unidos a ellas como el árbol en el salón o la corona en la puerta.

Son días de excesos, sobre todo gastronómicos, y es que todo parece poco en estas fechas en las que las reuniones con familiares y amigos se solapan en la agenda. Y esos festines no solo son "peligrosos" por la gran cantidad de comida, sino también por el tipo de alimentos que se seleccionan, no todos fáciles de digerir. Y que, todo hay que decirlo, se suelen acompañar de alcohol, que tampoco ayuda a mejorar la situación.

Pero, ¿qué es un empacho? El término empacho se utiliza tanto en el ámbito familiar como en el médico para referirse a un malestar causado por comer en exceso. Los síntomas son lo que se define como plenitud postprandial, malestar general, regurgitación, gases, dolor abdominal e incluso náuseas y vómitos.

DEMASIADO

De media, se estima que en una comida de Navidad se consume entre un 30 y un 50% más de las calorías que necesitamos para todo el día. Dicho de otro modo, solo en ese evento, comemos lo que deberíamos comer en dos días completos.

Este atracón no solo nos puede hacer pasar una mala noche, sino que también tiene consecuencias a largo plazo como el aumento de peso.

MOVERSE, AUNQUE SEA UN CORTO PASEO, AYUDARÁ A MEJORAR LA DIGESTIÓN Y NO SENTIRSE EMPACHADA.

Según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), cada una de nosotras engordamos entre 3 y 5 kilos durante estas fechas. Para evitar que cada celebración termine con mal cuerpo, aquí van cinco consejos que te pueden ayudar a llegar a Reyes con el estómago a salvo (o casi).