Tú, Mi Complemento

Todos tenemos un lado masculino y uno femenino sin importar nuestro género ni hacia quién nos sentimos atraídos. Para Carl Jung, el ánima es el aspecto femenino en el inconsciente de los hombres y el ánimus es el aspecto masculino en el inconsciente de la mujer. Aprender a escuchar ese otro lado nos puede ayudar a relacionarnos mejor con nosotros mismos y con el mundo.

- Aura Medina

Todos, de una forma u otra, pasamos gran parte de nuestra vida buscando a nuestra “otra mitad”, nuestra “alma gemela”. Este deseo es tan fuerte que salimos, nos arriesgamos, intentamos una y otra vez o, de plano, nos aislamos (al menos por un tiempo), aterrados de los resultados, hasta que la vida nos lanza de nuevo a la pista de baile. Experimentamos el amor, a veces de manera plena, otras con finales desgarradores, pero seguimos en la búsqueda.

Volteo a ver mi propio camino y reconozco la fuerza avasalladora que el deseo de encontrar el amor ha tenido en mí, me he mudado de ciudad, he cambiado mi vida, mis hábitos y hasta mis gustos para, según yo, encajar mejor en la vida del hombre del momento y así lograr el tan ansiado “amor de mi vida”.

Hoy puedo decir que, a pesar de algunos desastres, he aprendido mucho de estas relaciones. Poco a poco, y quizá de manera inconsciente, he ido entendiendo mejor por qué atraigo y me atraen cierto tipo de hombres. También he podido entender qué sucede conmigo cuando estoy en una relación: de qué forma me pierdo y cómo me recupero, cómo entro y cómo salgo, qué busco y qué no quiero. Y eso viene, precisamente, de algo dentro de mí, no de afuera.