El arte de realmente vivir sin plástico

Ya llevas tu termo y tu bolsa de tela a todos lados. ¿Quieres hacer más? La ecologista Clara Williams Roldan revela cómo volver oficial tú separación del plástico.

¿Deseas reducir la cantidad de plástico en tu vida? Resulta que el secreto del éxito ecológico es sorprendentemente simple: piensa cómo lo harías funcionar en tu vida. Forjar un nuevo camino libre de plástico puede parecer complicado, especialmente cuando el camino más sencillo es el que está flanqueado por los estantes de supermercados llenos de productos empacados en conveniente, funcional y de tamaño familiar plástico. Esto suena un poco melodramático, pero no lo es. Las cosas más difíciles de cambiar son aquellas que hacemos todos los días.

Los plásticos de un solo uso que más frecuentemente encontramos en el medio ambiente a nivel mundial son, de mayor a menor, colillas de cigarrillos, botellas y taparroscas, envolturas de alimentos, bolsas de comestibles, tapas, popotes y agitadores, otras bolsas más gruesas, y recipientes para llevar de espuma de poliestireno. Por lo tanto, si deseas lograr una #VidaLibreDePlástico más allá de sólo usar tu termo, comienza por eliminar de tu vida alguna cosa de esa lista. O intenta incorporar alguno de estos totalmente realizables ajustes en tu vida diaria:

1 CULTIVAR UN JARDÍN DE HIERBAS

Vivo en un pequeño departamento del interior de la ciudad sin balcón, pero siembro hierbas en los alféizares de las ventanas. Es más barato que comprarlos (en plástico) y tenerlos en el refrigerador. También puedes participar en trueques de cultivos (hay grupos en todas partes) como una buena y gratuita manera de intercambiar el excedente de tu jardín por el de alguien más, mientras haces nuevos amigos ecologistas.