25 años de FINAL FANTASY EX

Así se creó uno de los juegos más únicos de la saga

- Francisco Javier Cabal

Final Fantasy se despidió de la primera PlayStation con una novena entrega que, si bien no tuvo la repercusión de la séptima y la octava, es una de las más recordadas por los fans. Ésta es la historia de cómo se forjó uno de los juegos más especiales y queridos de la mítica saga de rol de Square

El 17 de julio de 2000, llegaba a las tiendas japonesas Final Fantasy IX, la última entrega para la primera PlayStation de la exitosa saga de rol japonés, que, tras FFVII y FFVIII, ya era un fenómeno mundial.

Su llegada a Europa se demoraría hasta febrero de 2001, cuando PS2 llevaba ya varios meses a la venta, pero ni siquiera eso impidió que fuera un éxito, aunque más moderado. Y, para muchos, se acabó consagrando como el mejor juego de la trilogía en 32 bits.

Razones no faltaron. Primero, porque Square ya no tenía nada que demostrar en materia técnica con la consola. Segundo, porque creó el juego que quería hacer: a Hironobu Sakaguchi, el padre de Final Fantasy, no se le ocurrió mejor manera de cerrar el círculo que volviendo a los orígenes de la saga, a la ambientación fantastico-medieval que impregnó los seis primeros juegos. Y vaya si funcionó.

Muchas cosas cambiaron en la creación de FFIX. Mientras terminaba el desarrollo de FF Tactics, Hideo Minaba, el director de arte, fue requerido por Sakaguchi, quien le expuso las líneas maestras de la siguiente entrega: habría cristales, él se encargaría de escribir la historia y las oficinas iban a estar en Honolulú, para poder coordinarse mejor con el equipo de Estados Unidos. El resto, "que lo fuera pensando"... Y, así, con estos detalles tan vagos, arrancó el proyecto.