10 Excusas para no ser vegano (y por qué no tienen sentido)

La decisión de adoptar un estilo de vida vegano suele encontrarse con resistencia, a menudo en forma de excusas que intentan justificar la continuidad del consumo de productos animales. A continuación, desmontamos las excusas más comunes y revelamos por qué no se sostienen ante un análisis crítico.

- JAUME ROSSELLÓ

1. "Amo a los animales, pero necesito comer carne"

Esta es quizás la contradicción más evidente. Si realmente amamos a los animales, ¿cómo podemos pagar para que sean explotados y matados? Sería como decir “amo a mi hijo, pero también lo maltrato”. El amor implica respeto y protección, no explotación y muerte.

La realidad es que nuestra sociedad nos ha condicionado para compartir nuestros sentimientos: amamos a perros y gatos mientras comemos vacas y cerdos. Esta disonancia cognitiva nos permite acariciar a un animal mientras cenamos otro, sin reconocer la contradicción fundamental.

Como dijo Paul McCartney: “Si los mataderos tuvieran paredes de cristal, todo el mundo sería vegetariano”. La industria cárnica se esfuerza en ocultarnos la realidad precisamente porque sabe que reconocer la conexión entre el animal vivo y el “producto” en nuestro plato haría insostenible esta contradicción para la mayoría de las personas.

2. “No obtendré suficiente proteína”

Este mito ha sido desmentido científicamente tantas veces que resulta sorprendente su persistencia. Las legumbres, el tofu, el seitán, el tempeh, los frutos secos y las semillas proporcionan proteínas completas y abundantes.

En realidad, muchos atletas de élite son veganos y demuestran con su rendimiento que una dieta basada en plantas puede proporcionar todas las proteínas necesarias para actividades de alta exigencia física. Desde ultramaratonistas hasta levantadores de pesas, el veganismo ha demostrado ser compatible con los más altos niveles de rendimiento deportivo.

3. “Las plantas también sienten”