¿VIVES CON UN NARCISISTA ENCUBIERTO?

Identificar sus estrategias puede salvarte del desgaste emocional, la pérdida de autonomía y de muchas maneras de violencia tan sutil como extrema.

- POR ARIADNA PULIDO

Cuando pensamos en narcisistas, solemos imaginar a personas arrogantes, egocéntricas y abiertamente manipuladoras.

Sin embargo, las más dañinas suelen tener un perfil mucho más sutil. Los narcisistas encubiertos esconden su necesidad de control y validación tras una apariencia amable, comprensiva o incluso frágil. Es más, la mayoría de las veces están genuinamente convencidos de que lo son. Sin embargo, no pueden verse a sí mismos sin el reflejo constante de los demás.

Como Narciso frente al lago, dependen de ese reflejo para existir, pero en vez de verse directamente se miran a través de los ojos de quienes les rodean. Y no te ven como alguien con emociones y límites, sino como una figura que debe encajar en sus necesidades.

Lo que realmente los define no es sólo su falta de empatía, sino su dificultad profunda para asumir su responsabilidad y reconocer al otro como un ser autónomo. Si no estás dispuesta a girar en torno de su mundo, automáticamente te conviertes en un obstáculo, y cuando caes en su juego, comienzas a ceder partes esenciales de ti misma: justificas lo injustificable, minimizas el maltrato y te adaptas a una realidad en la quer sólo hay espacio para sus emociones. Poco a poco dejas de poner límites, convencida de que ser comprensiva o paciente podría evitar el conflicto.

Pero esa estrategia sólo refuerza la dinámica de abuso y te confunde más y más, alejándote de tu propia voz interior y sustituyéndola por la voz del narcisista.

UNA RELACIÓN INSOSTENIBLE