SABOR CON PRECISIÓN

Conversamos con Anne-Sophie Pic y Clare Smyth, embajadoras de Hublot, sobre las inspiraciones y motivaciones que las han llevado a convertirse en referentes de la gastronomía.

- POR BEATRIZ VELASCO

ANNE-SOPHIE PIC

Gusto heredado. pasión propia

Hija del aclamado chef Jacques Pic y nieta de André Pic, ambos laureados con la máxima distinción de tres estrellas Michelin para el emblemático Maison Pic (fundado en 1889 por su bisabuela Sophie Sahy y Eugène Pic), Anne-Sophie es heredera de un importante legado culinario.

Al principio, buscó nuevos horizontes y se aventuró en el mundo de la administración de empresas, llegando a colaborar con Yves Saint Laurent y Moët & Chandon. Sin embargo, en 1992 el destino la condujo de vuelta a sus raíces.

Tras el fallecimiento de su padre, Pic decidió preservar el prestigio del restaurante familiar. Autodidacta y movida por una pasión inquebrantable, la chef recuperó la tercera estrella Michelin, que habían perdido en 1995. Así, en 2007, grabó su nombre en el reconocimiento. Es la primera mujer francesa en 56 años en alcanzar tal honor.

Para ti, ¿qué significa la cocina?

“Para mí, la cocina es un ensueño. Sobre todo, es una historia de sensibilidad, donde se expresa lo invisible: las emociones, los recuerdos. Cada plato que creo cuenta una historia. Mi cocina es instintiva, pensada como una partitura. Como un perfumista, intento crear la armonía sensorial adecuada, evocar una emoción. Es un lenguaje silencioso que toca y, espero, despierta las emociones”.