DOOM THE DARK AGES

El Doom Slayer, una de las mayores armas de guerra de Bethesda, representará como nadie antes el nuevo paradigma multiplataforma de Microsoft

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Seguro que algunos teníais pensado ir a la pradera de San Isidro el 15 de mayo. Es un planazo, sí, pero ya habrá otros años para hacerlo. Porque, en 2025, lo que toca ha-cer ese día tan señalado no es ponerse el traje gris de chulapo, sino calzarse cierta arma-dura de color verde y, más chulos que un ocho, vérnoslas con el infierno a cara de perro.

La verdadera fiesta de ese día será poder dis-frutar de Doom: The Dark Ages, el nuevo capi-tulo de una de las sagas pioneras del shooter subjetivo. Y será una entrega bastante significa-tiva, pues es la primera de la saga que se lanza desde que Bethesda fue adquirida por Micro-soft. Cuando se produjo aquella operación, era lógico pensar que la serie pudiera pasar a ser exclusiva de Xbox. Pero Microsoft ha cambiado las reglas del juego y, tras la adquisición de Ac-tivision y Call of Duty, ha decidido optar por to-do lo contrario y sacar muchos de sus juegos en PlayStation 5, a priori su rival más directa.

En realidad, esto no es algo nuevo, pues ya se habían lanzado en consolas de la competen-cia juegos publicados por Microsoft, como Ori and the Blind Forest o Minecraft Legends. No obstante, el giro que se dio el año pasado con la cesión de Sea of Thieves, Hi-Fi Rush, Penti-ment y Grounded dio inicio a una nueva etapa, sublimada esta primavera con la llegada a PS5 de juegos mucho más punteros que esos cuatro, como es el caso del propio Doom, Forza Horizon 5, Indiana Jones y el Gran Círculo o Age of Em-pires II: Definitive Edition. Palabras mayores.