TOMAR LAS AGUAS

SENDEROS ENCANTADOS, AGUAS MEDICINALES Y EL ENCANTO AÑEJO DE UN ANTIGUO BALNEARIO EN CHEQUIA

- Lisa Frieda Cossham

LOS CERROS HAN quedado atrás cuando, al otro lado del río, reconozco por fin a mi suegra. Junto a ella está mi suegro, los músicos, un poco más allá los testigos, el sacerdote. Se ha girado hacia los novios, pero no parece feliz. En general, el ambiente es sombrío.

No he podido llegar antes, me disculpo mientras me aflojo los cordones de las botas de senderismo, me siento frente a ellos y pido un té de jengibre en el único local para excursionistas de la zona.

Me imagino cómo se interrumpió su celebración repentinamente a media-noche. La culpa fue de Hans Heiling, al menos así lo dejaron escrito los hermanos Grimm. Hans Heiling, un hombre que alguna vez fue rico, hizo un pacto con el diablo y le entregó a toda la comitiva nupcial antes de arrojarse al río Eger, a este agua que fluye lentamente bajo mis pies. Desde entonces, los invitados quedaron petrificados: una formación rocosa rodeada de leyenda.

Donde ahora me encuentro sentada, se han sentado otros muchos antes. Al igual que yo, se propusieron caminar por el bosque y visitar al grupo de piedra. La visita a la Roca de Hans Heiling es una de las excursiones más populares en los alrededores de Karlovy Vary, nombre actual de esta ciudad donde se encuentra el mayor balneario de Chequia. En el siglo XVIII se la conocía como el “salón de Europa”, porque todo el que era alguien venía aquí.

Un siglo más tarde llegó la alta aristocracia. Karlovy Vary prometía muchas cosas: curar la gota, ponerse al día con las novedades, mantener conversaciones interesantes y convertirse uno mismo en tema de conversación. Bañarse en aguas termales y, quizá no, sin duda, vivir un romance. Ir a tomar las aguas significaba emprender un viaje: no debía ir el agua al paciente, sino el paciente al agua. Ese es el principio del balneario.

¿Tiene aún algo que ofrecernos en la actualidad?

Para averiguarlo, reservé hace unos días una habitación en el Grandhotel Pupp.