EL AVANT DE LA NUEVA ERA

Tras unos años de cambios en los nombres y en las opciones mecánicas, el nuevo Audi A5 Avant llega como el familiar medio de la marca con una bonita carrocería y un comportamiento casi impecable.

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Gracias a la plataforma PPC que estrena, puede montar un sistema 'mild hybrid' que funciona bastante bien, aunque no afecta demasiado al consumo.

EL TIEMPO PASA VOLANDO, AUNQUE NO LO NOTES. Es lo que suele ocurrir y algo en lo que pensaba mientras me acercaba por primera vez a este Audi A5 Avant, que me esperaba en el garaje de la redacción.

El primer A5 del que tengo notas fue el 1.8 TFSI de 160 CV. La fecha: 25 de junio de 2008. Lo sé porque tengo la manía de guardar todas los apuntes que tomo de los coches que pasan por mis manos. En aquel momento conducía un precioso coupé de dos puertas que costaba 35.000 euros. Hoy, en pleno 2025, lo que tengo es un A5 con carrocería familiar que cuesta como poco 53.000.

En un principio parece que son como los pulsadores que el Grupo Volkswagen ha colocado en algunos modelos. Pero aquí, aunque tienen funciones táctiles, no las activas sin querer.

Salidas de aire verticales con un diseño muy minimalista, como el resto del salpicadero. No hay instrumentación específica para el climatizador: toda la información se ofrece en la pantalla central.

Todo el sistema se basa en la arquitectura E3 1.2, que permite utilizar lenguaje natural y, además, admite varios comandos a la vez: "Pon la temperatura a 21 y llévame a casa", por ejemplo.

Para mi gusto, el negro billante no está a la altura de la calidad del coche y acabará lleno de motas de polvo, huellas y algún que otro rallajo. AI menos, los mandos tienen un tacto agradable.

EI MMI Panoramic Display está formado por dos pantallas OLED que parecen una sola. La resolución y nitidez son impecables. La que hay tras el volante tiene 11,9 pulgadas y la de la derecha, 14,5".