Moviendo Montanas

El aventurero de nuestro t iempo Henry Cookson diseña v ia jes únicos para su crec iente c l iente la en busca de emociones. Robb Report se engancha en un paseo mientras é l explora Colombia

- Christopher Bagley

Henry Cookson sopla y resopla, al borde del Hoyo del Aire, un sumidero de 400 metros de profundidad. Este aventurero británico rapeleó al fondo del cráter y volvió con la misma cuerda. Estamos al norte de Bogotá, en la provincia de Santander, donde el Hoyo es una de muchas maravillas naturales: docenas de aves raras y especies de plantas... e historias dramáticas. Los locales dicen que sólo 80 escaladores han vuelto del fondo del agujero; muchos otros fueron empujados a la muerte en el precipicio por conquistadores españoles o por guerrillas paramilitares. En lugar de amedrentarse, Cookson piensa cómo bajar a sus clientes al cráter de modo placentero. Para empezar, la próxima vez traerá una tienda de campaña. “Imagina estar en el fondo de este antiguo agujero de la tierra mirando las estrellas”, dice. Cookson, claro, no es un agente de viajes tradicional. Este londinense tiene experiencia como guía de safaris africanos y fue banquero de Goldman Sachs, y está cómodo colgando de una delgada cuerda a más de 100 metros en el aire. En Cookson Adventures (cooksonadventures.com), monta itinerarios extremos y produce aventuras únicas –explorar la Antártica en un submarino privado, salvar tortugas gigantes en las Galápagos– con precios de hasta siete dígitos, dirigidas con frecuencia a proyectos de conservación sin fines de lucro.