No me da la vida

Los días duran lo mismo para todas. Aprovecharlos (o no) es solo cuestión de planeación. Toma nota.

- Por María Orriols

¿Te has parado a pensar cuántas veces al día dices “no tengo tiempo”? Aunque sea cierto, reconócelo, la frase no tiene un sentido literal, sino que funciona «como un sinónimo de tu propia existencia, como si dijeras ‘no tengo vida’ », comenta Núria García, autora del libro Sí tengo tiempo (en Kindle). Y es que este concepto está íntimamente ligado al de felicidad, como determina un estudio de Hershfield y Mogilner Holmes, de la Universidad de California (Estados Unidos). Esta investigación comprobó que, aunque un 64% de las personas prefiere tener dinero en lugar de tiempo, quienes se decantan por lo segundo están mucho más contentos. Dicho informe también arrojaba otro dato significativo: los que eligieron el dinero eran más propensos a obsesionarse con no tener suficiente, mientras que los otros se centraron en ver qué harían con su capital. Si a esto le añadimos que, para hacerse rico, hay una herramienta que es trabajar más (salvo que te toque la lotería), pero para disponer de más minutos al día no, está claro que se trata de un bien preciado. Entonces, quizá el problema sea que no sabes aprovecharlo bien. O que muchas de las veces que has aludido al socorrido “no me da la vida” en realidad era una excusa para dejar de hacer algo que no te apetecería. En opinión de Núria García, “esto denota un exceso de comodidad y una falta de claridad y dirección. Porque cuando hay una razón poderosa, haces lo que haga falta”. Ha llegado el momento de que cambies el