El sueno americano

Ewan McGregor debuta como director y mete la angustia social al lugar más vulnerable: nuestra casa.

- Vera Anderson

El fin del sueño americano es el salto temerario al cine de la novela ganadora del Pulitzer Pastoral americana, escrita en 1997 por Philip Roth y considerada por la crítica como una obra maestra. Sus páginas, así como la adaptación que Ewan McGregor protagoniza y dirige, capturan el sentimiento de una época compleja en la cultura estadounidense: la de los revolucionarios 60, llena de desencanto social. Es un viaje que, por lo mismo, no todos los espectadores de otras latitudes del mundo encontrarán accesible en primera instancia, hecho que debe de ser desconcertante para el escocés McGregor, quien entrega una cinta que se ha ganado calificativos como “bellísima” y la cual llegó a dirigir casi por desesperación. “Lakeshore estuvo buscando varios directores sin éxito. Yo iba a protagonizar y se suponía que filmaríamos en 2014, pero no sucedió. No pude soportar la idea de que la película no se hiciera, así que decidí que quizá podría proponerme para dirigirla”, nos platicó en entrevista.

El héroe de McGregor (interpretado por él mismo) es un legendario atleta de la preparatoria apodado