El baile más peligroso de Jennifer Lopez

En Estafadoras de Wall Street, la actriz neoyorquina se enfrenta al sistema como una bailarina exótica criminal, personaje que podría catapultarla hasta la temporada de premios.

- Por Vera Anderson

El artículo The Hustlers at Scores, escrito por Jessica Pressler y publicado en la New York Magazine en 2015, causó un revuelo entre los aficionados al true crime e incluso entre quienes habían leído las noticias que lo inspiraron en 2008. Después de todo, la historia era protagonizada por un círculo de strippers de élite, quienes, luego de que sus ingresos habían disminuido con la crisis económica, lograron estafar impunemente a sus clientes de Wall Street por un buen rato. A pesar de ser drogados y saqueados en sus tarjetas de crédito, detalles que las víctimas apenas podían recordar, la realidad es que pocos de estos hombres habían querido denunciar. La razón era muy sencilla: la mayoría de ellos estaban casados.

Cuando las mujeres que trabajaban en estos clubes de Manhattan decidieron tomar el asunto de sus ingresos en sus manos sintieron que sus acciones estaban justificadas por toda la explotación que habían sufrido hasta ese momento. Aun cuando antes de la crisis ganaban grandes cantidades de dólares, tan sólo trabajar en un club les costaba hasta $300, sin mencionar que los administradores demandaban el 40% de sus ganancias por noche y que a veces incluso debían dar propina a los bartenders que les enviaban a los clientes adecuados. Sus opciones eran muy limitadas y es ahí en donde la película de Lorene Scafaria se ubica: en ese ambiente capitalista y precarizado, en donde drogar a tus clientes y quitarles hasta el ultimo centavo se convierte, en parte, en un acto de rebeldía contra el sistema.

Protagonizada por Jennifer Lopez como Ramona –personaje inspirado en Samantha Barbash, líder de la banda de chicas– y Constance Wu (Locamente millonarios),