Spider-Man: No Way Home - Hacerse mayor

A falta de saber lo que Tom Holland tiene en mente, y mientras esperamos ese crossover que juntará en la gran pantalla a Spider-Man y Venom, 'No Way home' supone el final de una era. El mejor posible

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Fui al cine con mi hijo de siete años a ver Spider-Man: No Way Home, como cinco millones de españoles más, con la ilusión de reencontrarme con un personaje que, sobre todo desde que renació en la piel de Tom Holland, aúna el carisma de los héroes mitológicos con la simpatía y la energía adolescente del vecino del 4°derecha. En el horario de tarde, un par de semanas después del estreno, la sala estaba todavía repleta de chavales que habían crecido con tres aproximaciones bien distintas al personaje: el atolondrado Peter Parker de Tobey Maguire, el torturado personaje de Andrew Garfield y, ya en el último lustro, el encanto natural de Holland apuntalado por la figura de Zendaya.