Necesitamos jugar, en serio

LOS ADULTOS TIENDEN A DESESTIMAR EL JUEGO POR SER INFANTIL, PERO DIVERTIRSE PUEDE SER FUNDAMENTAL PARA LA SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE

- SADIE DINGFELDER

UNA TORMENTA DE NIEVE INUSUAL cubre Washington, D.C., y la ciudad se transforma. La Explanada Nacional se convierte en un paisaje lunar, los monumentos parecen extraterrestres y el Capitolio de Estados Unidos se transforma en un castillo sobre una nube. Cuando desperté para encontrarme con esta escena cautivadora una mañana de diciembre, de inmediato me puse mi ropa más abrigadora y salí corriendo. Quería hacer un muñeco de nieve, pero, por más que intentaba armarlo en la nieve esponjosa y reluciente, no lo conseguí. Derrotada, me dejé caer con los brazos y las piernas extendidas. Como ya llevaba medio ángel de nieve, empecé a mover las extremidades para terminarlo. Hasta que me di cuenta de que una pareja, con guantes y vasos de Starbucks, me observaba. Sentí su mirada de desaprobación con la misma claridad que vi el vapor emanar de sus lattes. Me sonrojé, avergonzada, mientras se me ocurría cómo responder a su pregunta tácita: ¿No tienes algo mejor que hacer?