¿Cómo influyen los genes sobre nuestros gustos culinarios?

Como seres racionales, estamos convencidos de que nuestros gustos e inclinaciones dependen en exclusiva de nuestro libre albedrío y el control de nuestras propias emociones, pero una serie de investigaciones recientes nos revelan que son fruto de algo muy diferente. Tras el misterio de quiénes somos se hallan (además del entorno, la educación y otros factores) la genética y la epigenética, fascinantes campos que abren posibilidades hasta ahora impensables. Incluso lo que nos gusta comer, las personas a las que amamos o a quién damos nuestro voto depende, en parte, de nuestros genes…

- ÓSCAR HERRADÓN

Cada comportamiento humano, la adicción, la aversión, la ansiedad, también en lo relacionado con la comida, tiene un ancla genética.

Por qué ciertas personas son más eficientes y productivas por la mañana que por las tardes? ¿Qué explica que les atraigan más cierto tipo de individuos? ¿Qué determina que simpaticen con partidos políticos de derecha o de izquierda? ¿O por qué unas odian las verduras y otras no soportan la carne? Durante mucho tiempo disciplinas como la psicología, la antropología e incluso la economía han intentado dar una respuesta a todo ello.

Hasta hace relativamente poco tiempo habríamos respondido que depende de la personalidad, el entorno y, por supuesto, el libre albedrío que nos permiten elegir lo que queremos o lo que nos gusta. Y todo ello es cierto, solo que no todas nuestras preferencias son fruto de nuestra elección, sino que vienen determinadas por nuestros propios genes, por el ADN de cada uno de nosotros. Ahora es el campo de la biología molecular y celular el que parece estar más próximo a brindarnos respuestas definitivas; así, el área de la genética ofrece mayores posibilidades para conocernos a nosotros mismos.

El microbioma humano puede ser un factor ambiental determinante en nuestros gustos y comportamientos a la hora de comer.