30 AÑOS DE SOUL EDGE

LA OTRA GRAN SAGA DE LUCHA DE NAMCO QUE CONTINUÓ COMO SOULCALIBUR

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Tras Tekken, Namco probó suerte con un juego de lucha 3D con armas blancas que desató no pocas rivalidades dentro de la propia compañía: es la historia de Soul Edge y Soulcalibur

Tras el lanzamiento del primer Tekken en diciembre de 1994, y su éxito en los salones recreativos, Namco quiso poner en marcha un experimento. Deseaba probar suerte con un jue- go de lucha con armas blancas. No era algo particularmen- te novedoso, ya que la serie Samurai Shodown estaba ya más que consagrada en ese terreno, aunque en las 2D, y PlayStation iba a tener Battle Arena Toshinden, el primer jue- go de lucha 3D de ese tipo, de lanzamiento. A tal efecto, Namco estableció un nue- vo equipo interno para dar forma a ese pro- ject, bautizado como “Soul Project”, y puso al frente a Hiroaki Yotoriyama, quien había sido el jefe del equipo de animadores del primer Tekken.

En los primeros meses, muchas ideas empezaron a asentarse. Desde la historia, que giraría en torno a unas espadas malditas capaces de cambiar la voluntad de su portador, a la selección de armas únicas que manejarían los luchadores, como la katana o la naginata (una suerte de lanza), con la que querían poner en el juego los distintos alcances y estilos de lucha con armas.

Rivalidad dentro de la propia Namco

A pesar del éxito de Tekken, los responsables del “Tekken Pro- ject” tenían la etiqueta de “renegados” y “beligerantes”, de ser un equipo difícil de gobernar dentro de la estricta cadena de mando japonesa. Por el contrario, los integrantes del “Soul Project” eran vistos como un grupo de élite: un grupo de ingenieros más sofis- ticado y con un conocimiento más profundo de los juegos de lu- cha, cuyo primer título tenía potencial de expandirse más allá de los videojuegos. Dicho de otro modo, los celos y las