Consigue que tu mente sea inhackeable

Privacidad e integridad mental son dos derechos que no debemos dar por sentados. En la era digital, manipular nuestros sentimientos y decisiones está a la orden del día. Pero no te preocupes, te enseñamos cómo protegerte.

- TEXTO: LAURA G. DE RIVERA. FOTOS: LUCIA POSTIKE.

Fue un experimento en el que participaron sin saberlo 689.000 usuarios de Facebook, que actuaron como conejillos de indias involuntarios», dice a COSMOPOLITAN Cristina Martínez Laburta, abogada especializada en derechos digitales y ciberseguridad. Los dividieron en dos grupos y, durante una semana, a unos les mostraron publicaciones con una carga emocional negativa; a otros, contenidos positivos. El resultado: «Los primeros publicaron actualizaciones más tristes, mientras que quienes vieron contenidos positivos generaron posts de tono alegre. Esta prueba real demostró que una plataforma digital puede alterar de forma sutil pero efectiva el estado emocional de sus usuarios, sin que estos sean para nada conscientes de ello», advierte la letrada.

Emociones a la carta

Esto es algo que podría usarse para controlar no sólo nuestro estado de ánimo, sino decisiones y comportamientos, ¡sólo con la información que aparece en el feed de noticias de nuestra red social! Cuando se publicó el estudio, en 2014, en la revista científica PNAS, «suscitó una gran controversia por motivos de privacidad pero, sobre todo, por cuestiones éticas», recuerda la abogada. Lo que se consiguió fueron disculpas públicas por parte de Meta y explicaciones de que «el objetivo era mejorar el servicio», según dijo Adam Kramer, uno de los autores de la investigación.

«¿Pero cómo tenemos la certeza de que este proyecto realmente ha parado?», se pregunta Martínez Laburta. «Es muy difícil saberlo. Lo que está claro es que sería una jugosa y lucrativa fuente de ingresos para Meta poder vender a terceros una receta y el acceso para influir en las emociones de la gente, para manipular su intención de voto, de compra... o de lo que sea», añade. El mismo juego siguen las