Saca músculo

Tu rostro se puede entrenar con técnicas que ayudan a tonificarlo esculpiendo y definiendo tus rasgos.

- ALEJANDRA YEREGUI

Puede que hayas oído hablar del filler fatigue, un término popular en nuestros días que indica el hartazgo por los rostros de efecto globo, hinchados sin armonía, resultado del exceso en cantidad y frecuencia de los rellenos de ácido hialurónico. En lugar de las caras retocadas en serie, los médico-estéticos y facialistas apuestan por resaltar los rasgos naturales de cada persona sin seguir modas o tendencias. Y nada es tan favorecedor como un rostro de ángulos y volúmenes proporcionados. La cuestión no es imitar los pómulos de Angelina Jolie o el mentón definido de Karlie Kloss, sino embellecer los tuyos propios.

Mantén el soporte en forma

Existe un amplio abanico de técnicas eficaces, desde las manuales a la aparatología, e incluso protocolos profesionales en clínica. Un simple movimiento que puedes hacer mientras trabajas, como colocar los pulgares debajo de la barbilla y empujar hacia arriba al tiempo que intentas abrir la boca creando resistencia, te ayuda a tonificar la zona del cuello y la mandíbula. El rostro es la única zona del organismo donde músculos y piel están anatómicamente conectados. Por tanto, la juventud de la piel depende en gran parte de la buena forma de su estructura. Existe un complejo equilibro muscular. Entre los músculos que tienen una mayor implicación en la prevención de la flacidez está el platisma, que tracciona la piel del contorno mandibular hacia abajo y participa en la tracción de las comisuras de la boca para producir expresiones faciales. También es importante el papel del DAO (depresor del ángulo oral), que tira de las comisuras hacia abajo, así como los músculos cigomáticos mayor y menor, que se originan a nivel del pómulo y se insertan cerca de las comisuras labiales, implicados en la sonrisa»>, apunta la dra. Ana Crespo, médico-estético en la clínica Mira+Cueto (clinicamiracueto.​com).