Arquitectura orgánica

PEDRE, un proyecto residencial donde la arquitectura se fusiona con la naturaleza.

- LILIA CEBALLOS

Atan solo 18 kilómetros al sur del centro de la Ciudad de México, en la zona de El Pedregal, se encuentra PEDRE, un lugar donde la arquitectura y la naturaleza convergen en un abrazo equilibrado.

La edificación se erige como un ensamble estructural cuyos pliegues generan espacios funcionales, sus interiores crean una transición armoniosa con su exterior y el mobiliario se convierte en escultura. Desde todos sus ángulos y recovecos, la construcción dialoga con el territorio, invitando a sus ocupantes a disfrutar de una experiencia residencial única.

Lo que hace a este proyecto verdaderamente singular es su aproximación poco convencional en su diseño, que fue creado por Aisha Ballesteros, Benedikt Fahlbusch y Javier Sánchez de la firma JSa, y Miguel de la Torre del despacho MTA+V. En lugar de optar por la típica estructura en forma de caja o ‘L’, el edificio abraza una volumetría orgánica con una fachada de 360 grados. Esta elección audaz responde a la necesidad de alojar un programa denso de viviendas, servicios y áreas sociales, donde todos los espacios disfrutan de una iluminación y ventilación natural óptimas.