Ildefonso García-Serena - El Exilio Se Lleva Como Una Condena

El publicista Ildefonso García-Serena nació en Buenos Aires hijo del exilio español. Volvió a su país de origen hace años y en la novela El hijo del doctor (Vegueta), ha plasmado una epopeya familiar de varias generaciones con el desgarro del exilio y el devenir histórico como elementos esenciales de la trama.

- Redaccion

> Ha escrito usted una novela que es una saga familiar, podríamos tildarla de novela-río. ¿Cuánto hay de autobiográfico en estas páginas?

Creo que fue Borges quien dijo que todas las novelas eran en el fondo autobiografías, pero en una autobiografía el autor no puede controlar a los personajes (porque son lo que son); en cambio en una novela de ficción sí. Pero usted quiere saber cuánto hay de autobiográfico en estas páginas. Yo le diría que la novela está impregnada de las biografías de personajes que conocí, a unos más que a otros. Y en cuanto al hijo del doctor, Leo representa a muchos españoles hijos del exilio, con el que sí, me podría sentir identificado. O quizás algo más.

> Todo empieza con la desaparición de un personaje, cuya ausencia pervive a lo largo de generaciones. ¿Escribir sobre ello ha sido una especie de exorcismo personal y/o familiar?

No. Mi relación con el libro empieza cuando de niño oí hablar de esa desaparición misteriosa de Román en una carretera solitaria. Como todo niño al que devora la curiosidad, durante toda mi vida quise saber qué había sido de Román, y sobre todo qué motivos tuvo para que se lo tragara la noche. ¿Lo habían realmente asesinado? Averiguar lo que sucedió fue un leit motiv para escribir esta historia y y, por otra parte, toda esa gente condenada al exilio merecía un recuerdo, si quiere, un homenaje. Ahora están otra vez vivos en las páginas de El Hijo del doctor. Ya solo por eso ha valido la pena.

> Como obra coral, ¿le ha costado más ponerse en la piel de alguno de los personajes?