OBJETIVO LE MANS

McLaren rememora tres décadas de su primera victoria en el mítico circuito francés con una ruta por ocho países de EE.UU. Por delante, 3.867 millas para recorrer con tres supercars que recuperan la filosofía del verdadero endurance...

- TEXTO: CARLOS GARCÍA-ALCAÑIZ

A estas alturas del número ya sabrás que Car and Driver aterrizó en España en 1995 para ser “La revista con más prestaciones”, como se anunciaba en televisión en un spot donde aparecían de forma estelar Emilio de Villota, un Porsche 959 y la voz de Ramón Langa -Bruce Willis cuando habla en español-. Ese mismo año es el elegido por BMW para poner a la venta el Z3, se fabrica el Seat 10 millones -un Toledo que condujo el entonces Príncipe Felipe por la Zona Franca-, un Audi 200 blindado salva la vida a José María Aznar de un atentado terrorista, Schumacher logra su segundo título en F1... Internet comenzaba a despertar, no había rastro de smartphones -se ponía las bases de Nokia- y, por supuesto, nadie imaginaba la revolución de las ADAS en el automóvil. Pinceladas que ayudan a poner un poco de contexto a la historia de superación que te vamos a contar, ocurrida también en 1995. El relato de un equipo de personas y máquinas que rozó la gloria en la carrera de resistencia más extrema del planeta, aunque para tocarla, hay que remontarse a mediados de 1960, cuando un joven Bruce McLaren participa en Le Mans hasta en seis ocasiones y logra el triunfo junto a Chris Amon al volante de un Ford GT40, un coche que da para otra historia -y película-. A partir de entonces, Bruce se obsesiona con la idea de ganar la prueba, pero con su propia marca, cosa que se logra 29 años más tarde, ya sin él al frente pues falleció en 1970 en Goodwood probando uno de sus automóviles de carreras, el M8D. Esa conq