De VUELTA a la VIDA

Más de 500 años después de su muerte en Los Andes, y casi tres décadas después de ser encontrada, finalmente logramos ponerle un rostro a la Doncella de Hielo de Ampato

- ERIN BLAKEMORE

EN ALGÚN MOMENTO entre mediados y finales de 1400, una niña de 14 años fue escoltada hasta un pico andino y sacrificada a los dioses incas. El cuerpo de la joven mujer, enterrado en la montaña con diversas ofrendas, se momificó de manera natural con el paso del tiempo, con el pelo, las uñas y los coloridos vestidos que usó en su último día intactos, pero en algún momento a lo largo de los siglos su rostro quedó expuesto a la intemperie, sus facciones se desvanecieron lentamente con los cambios de estaciones, la luz del sol y las nevadas.

Ahora, gracias a los meticulosos análisis arqueológicos y la reconstrucción forense, se recuperó aquel rostro perdido hace tanto tiempo. Un sorprendente busto tridimensional de la joven, conocida actualmente como la Doncella de Hielo de Ampato, es la pieza central de una nueva exhibición en Perú y parte de un esfuerzo continuo por entender la práctica de sacrificios humanos en los Andes en los últimos 500 años.

OFRENDA PARA SACRIFICIO

Cuando el explorador Johan Reinhard, de National Geographic, encontró la momia, también conocida como Juanita, en la cima del monte Ampato a 6300 metros durante una expedición en 1995, supo casi de inmediato que había hallado algo espectacular.

"AI principio parecía un gran envoltorio de telas", recuerda Reinhard, pero luego vio el rostro marchito entre los pliegues. Aquí yacía una joven víctima del misterioso ritual inca conocido como capacocha.