PARAÍSO EN LLAMAS

La histórica ciudad de Lahaina, en Hawái, ardía por el incendio más letal en la historia moderna de Estados Unidos. Para muchos, la única salida fue saltar al océano

- Joshua Partlow, John Farrell, Brady Dennis, Brianna Sacks y Joanna Slater

POR LA MAÑANA: VIENTOS HURACANADOS E E INCENDIOS DE MALEZA

LISA VORPAHL, cajera de banco, despertó con el ruido de alguien que rondaba en su lanai, (patio hawaiano).

Eran las 3 de la madrugada del martes 8 de agosto de 2023. Por la ventana de su cuarto miró la ladera cubierta de hierba seca junto a su trozo de paraíso tropical en Lahaina, en la isla de Maui, y vio que era solo el viento.

Alexa Caskey tampoco dormía. En la granja donde cultivaba ñame y frutipán para su restaurante de cocina a base de plantas, oyó ráfagas que pronto arrancarían la puerta del garaje y tumbarían las orquídeas de fuera.

Rachael Zimmerman, fotógrafa, despertó antes del amanecer en su apartamento en Front Street, la calle costera de restaurantes y tiendas de surf de Lahaina, por los aullidos que sacudían las mosquiteras.

En esa noche desapacible, la única advertencia de que Hawái estaba a punto de sufrir uno de los desastres naturales más letales de su historia fue solo el viento.

Durante dos días, el Servicio Meteorológico Nacional de Honolulu estuvo enviando oscuras alertas sobre poderosas ráfagas desde el este, espoleadas por el huracán Dora, que pasaba a 800 kilómetros al sur. El viento azotó Maui justo tras una grave sequía que había afectado a gran parte de la isla, incluido el lado más seco de sotavento, donde está Lahaina.

Un incendio forestal, debido a la sequía y los fuertes vientos, se acerca a Lahaina.

La siguiente vez que Vorpahl despertó, olió humo. Se había ido la luz.