MARCO INCOMPARABLE

El taller de Barcelona de Horacio Pérez-Hita es como un cuadro de época. Allí enmarca obras para los mejores museos del mundo... pero también para los vecinos del barrio.

- ARANTXA NEYRA

El coleccionista le había pedido a Edgar que le avisara en el mismo momento en que concluyera una obra de gran envergadura. Quería hacerse de ella y, para rematarla, encargó el marco más exuberante y sofisticado que uno podría imaginar. Pero cuando Edgar (el mismísimo Degas) fue a contemplar su creación en aquel suntuoso palacio, no dudó en descolgar su lienzo y devolverle al comprador el dinero que había pagado por él. A partir de entonces, el gran maestro del encuadre nunca más dejaría al azar las molduras de ninguno de sus trabajos y comenzaría a diseñarlas él mismo. Se aseguraría así de que siempre estarían en consonancia con lo que quería inmortalizar.

El estudio, donde se proyectan las propuestas de enmarcado, una fotografía del Teatro Español de Barcelona de 1972 y otra de Nick Waplington sobre una mesa de arquitecto del siglo XIX.