Tengo una úlcera

Dolor de estómago, malas digestiones o vómitos. Una herida en el estómago puede ser la causa de estos síntomas. Hay que tratar el problema adecuadamente para no recaer.

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En el tubo digestivo hay ácidos necesarios para la digestión de los alimentos. Al mismo tiempo, las paredes se recubren con una barrera de moco para evitar la acción de esas fuerzas agresivas. Este equilibrio a veces se rompe (suben los jugos digestivos y/o baja la protección de la mucosa) y entonces el ácido corroe las paredes y crea una herida abierta, generalmente en el estómago o en el duodeno (en el intestino delgado). Estas úlceras o llagas suelen tener una forma redondeada u oval y provocan una serie de síntomas que pueden hacer sospechar al paciente. Uno de esos signos es el dolor abdominal (entre el esternón y el ombligo), que suele aparecer a las dos o tres horas de haber comido, y se calma de nuevo al ingerir alimentos (o al tomar antiácidos). Las úlceras también provocan pérdida de apetito (y como consecuencia, disminución de peso), náuseas leves o vómitos, ardores, digestiones pesadas, sensación de hinchazón, heces negras y pegajosas o con sangre. En algunos casos, además, hay halitosis.

LAS CAUSAS

Durante muchos años la culpa de estas úlceras llamadas pépticas se achacó, casi en exclusiva, a la alimentación y al estrés. Hoy se sabe que esos factores pueden ser determinantes, pero que la inmensa mayoría de las veces la verdadera culpable es una bacteria, llamada