La creación, la caída y el renacimiento de Lily Allen

Fama. Fortuna. Amor. Lo ha tenido todo y lo ha perdido. ¿Y ahora? Todo empieza a cobrar sentido para ella en su entrevista más reveladora hasta el momento…

- Por Katie Mulloy

Lily Allen no es una cari-catura. Siendo honestas, parece como si la hubieran sacado de una de las páginas de un cómic y colocada en un sofá frente a mí en un estudio al norte de Londres. Tiene el pelo pintado de rosa fosforescente y las uñas de color anaranjado, grandes ojos delineados y un pequeño rostro, con características afiladas, hermosas y juveniles. Pero hay que mirar más allá. Porque necesitas saber esto (y hasta escribió un libro tratando de explicarnos tal verdad): Lily Allen no es una caricatura.

Vestido, top y pantalones STELLA MCCARTNEY. Aretes, JENNIFER FISHER Collares, anillos y reloj en todas las fotos, propiedad de Lily.

Mientras el humo de su cigarro se desvanece en el aire por encima de su cabeza, admite que tiene miedo. Afuera, más allá de su ecléctico, popular y distinguido estudio, son los últimos días del verano y faltan muchas semanas para la publicación de sus reveladoras memorias, My Thoughts Exactly. Ella sabe mejor que nadie lo que ocurrirá una vez que salga a la venta: que les ha entregado a los tabloides y a los haters todo lo que siempre habían querido. “Creo que me siento ansiosa”, dice. “Pero también creo que esas personas siempre tendrán problemas conmigo”.