Vivir en el PARAÍSO

En lo alto de una colina desde la que se confunden los azules del cielo y el mar, una casa blanca, pura, orgánica y diáfana concebida por el arquitecto Jaime Romano –inspirándose en las iglesias de la isla– repiensa la arquitectura tradicional ibicenca mimetizándose con el entorno

- Andrés Rubín de Celis

Ubicación. Situada en la cima de una colina desde la que se puede observar el valle contiguo y el mar, la casa está inspirada en las antiguas iglesias payesas, y pone al día la arquitectura tradicional ibicenca.

Comedor exterior Situado en una de la terrazas; con mesa cerámica, de Ladio Cerámica, mantel de Sluiz Ibiza y menaje de artesanos locales.

Salón exterior. Con vistas privilegiadas; sofás de obra, de Romano Arquitectos, igual que la mesa de centro. Cojines de Sluiz Ibiza. Los arreglos florales son de Florando Ando.

Piscina. Si toda la casa encuentra en la orografía costera su hilo conductor, la piscina infinita juega con la sensación de fundirse con el mar y el horizonte.