Volver Al Presente

¿Te gustaría tener un DeLorean que pudiera viajar al pasado para llevarte a… hoy por la mañana? Sentir que constantemente corres contra el reloj se ha convertido en una epidemia psicológica. Recupera la alegría y vive el presente, en la medida de lo posible, con estos consejos.

- Marissa Gainsburg

Todos los días, incluso los fines de semana, establezco tres alarmas con 15 minutos de diferencia para asegurarme de que al sonar mi alarma “real” salga de la cama. Para citas, bodas y reuniones de trabajo importantes, tomo dos horas para prepararme. No porque necesite dos horas (ni cerca de eso), sino porque no soporto la sensación de estar apurada. Y los únicos días que paso en la cama son cuando estoy demasiado enferma o cruda como para moverme; de lo contrario, necesito estar haciendo algo. Tengo una obsesión con el tiempo o, más específicamente, ansiedad por la inevitable falta del mismo. Resulta que no estoy sola.

“Las personas que llevan una vida muy motivada tienden a luchar con la idea de perder el tiempo, ya sea de ellos o de otra persona”, dice el médico Alex Lickerman, coautor de The Ten Worlds: The New Psychology of Happiness. Los expertos llaman a esto “ansiedad por el tiempo”, y es una fijación con el hecho de que el tiempo pase, explica. Puede tomar formas distintas: es posible que no puedas dormir, te sientas estresada por tiempos muertos fuera de tu control (incluso cuando no tienes nada que hacer), o preocuparte por llegar tarde a todo. “Cuando basas tu felicidad y éxito en tu capacidad de tener un propósito, te sientes muy insegura sólo viendo pasar los segundos”, explica Lickerman.

Avanzando como un reloj