Esa no soy yo

Las redes sociales influyen cada vez más en los tratamientos estéticos que demandan las jóvenes, provocando la aparición de trastornos como la 'dismorfia de Snapchat', que les devuelve una imagen distorsionada de sí mismas.

- Por Rocío Aguilera y Marta Monleón

Según un estudio de Dove, una de cada cuatro jóvenes no se ve lo suficientemente bien si no edita sus fotografías, y un 20 % de ellas reconoce sentirse decepcionada por no tener en la vida real el aspecto que tiene en sus fotos de las redes sociales.

Un 5 % de las españolas ha dejado de usar filtros en sus fotos porque han dañado su autoestima, revela un estudio realizado por Toluna, compañía especializada en investigación online. Las redes sociales se han convertido en el eje principal de cualquier ámbito de la vida, pero en el caso de la belleza se presentan como un arma de doble filo. Quizá por eso, el mismo porcentaje se declara absolutamente incapaz de subir una foto sin pasar primero por un filtro o un retoque.

DE LA RED A LA CLÍNICA