El inicio del final

La séptima temporada de Game Of Thrones trae el invierno a Westeros: acercará cada vez más a los principales contendientes para el Trono de Hierro, le abrirá el camino a los Caminantes Blancos y nos traerá batallas nunca antes vistas en la televisión.

- Por Carlos Del Río

Con sus cada vez más robustos dragones y su leal ejército, Daenerys cruza el Mar Estrecho para llegar a Dragonstone, el lugar donde nació… Cersei, enloquecida por el poder, espera a sus enemigos que se aproximan por los cuatro puntos cardinales… El resucitado Jon Snow se consolida como el Rey del Norte… Y mientras todo sucede, el Rey de la Noche acecha con sus cuasi-invencibles Caminantes Blancos. Las bases están sentadas para la gran guerra. Hielo (los Caminantes Blancos) y fuego (nuestros dragones favoritos) amenazan con acabar con quienes se les pongan enfrente.

Sin embargo, y aunque los personajes de la serie fenómeno de HBO se han visto diezmados en la temporada pasada, no podemos olvidar que aún hay individuos que podrían ser impredecibles. En esta perenne lucha por el Trono de Hierro no hay que desestimar la importancia y vengativa determinación de Arya; mucho menos la de los varones Lannister. Ahí sigue el magnífico Tyrion y sus versadas reflexiones, ahora al lado de la Madre de Dragones; así como el evolucionado Jaime, el Matarreyes. Sobre este último cunden las teorías que apuntan hacia una historia cíclica: así como asesinó al Rey Loco, ahora podría acabar con una reina demente…. o morir en el intento.

Estas líneas argumentales y una infinidad de subtramas conforman la nueva temporada de Game of Thrones, la penúltima de la serie