007: FIRST LIGHT

MI NOMBRE ES BOND: JAMES BOND

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Cuando Square Enix decidió prescindir de los servicios de IO Interactive, allá por 2017, nos temimos lo peor. Porque tendemos a pensar que es bueno que los estudios tengan detrás el so- porte financiero de una gran editora, pero lo cierto es que eso no es necesariamente algo positivo.

Porque puede suceder que la editora de marras los ponga a trabajar en proyectos absurdos, que les quite libertad o, en el peor de los casos, que los aca- be cerrando. Por suerte, la compañía danesa, que bien podría haber acabado de esa manera si hubiera seguido bajo el paraguas del gigante japonés, ha sa- bido labrarse su propio camino en estos años, hasta el punto de que