En solitario

Alex Honnold subió sin cuerdas por “un muro monstruosamente grande”, y vivió para contar su escalada histórica.

- Por Mark Synnott. Fotografías de Jimmy Chin

Alex Honnold sube en solitario libre –es decir, escala sin cuerdas ni equipo de seguridad– por una grieta en la cara suroeste de El Capitán, muro que se alza 900 metros sobre el valle de Yosemite. Antes de su hazaña del 3 de junio de 2017, Honnold pasó casi una década pensando en ese ascenso y dedicó un año y medio a planificarlo y entrenar.

Honnold se asoma por el borde de Taft Point y observa el valle de Yosemite desde la escarpadura conocida como El Capitán. Él reserva varios meses de cada año para escalar los emblemáticos muros y peñascos del parque. “Yosemite es mi lugar favorito en todo el mundo”, asegura.

Son las 4:54 a.m. de una mañana fría de noviembre de 2016, en el Parque Nacional Yosemite. El resplandor de la luna llena baña la cara suroeste de El Capitán, donde Alex Honnold se aferra a un costado del muro de granito con solo las yemas de los dedos y las delgadas suelas de sus “pies de gato”. Intenta algo que los escaladores de roca profesionales siempre han considerado imposible: subir por el acantilado más emblemático del mundo en estilo “solitario libre”. Eso significa que se encuentra solo y sin cuerdas para progresar lentamente a lo largo de 900 metros de roca escarpada.