Lynn Margulis, la científica que revolucionó nuestra comprensión de la vida

“Las mutaciones ocurren, pero no generan novedad evolutiva. La innovación procede de la unión.” (LYNN MARGULIS)

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Rebelde, maleducada y egocéntrica.

Los inicios de una mente brillante e independiente "En la mente de muchas personas, yo pasé por alto los poderes fácticos y llevé mis teorías directamente al público, lo que molestó a todos.

Les molestó especialmente porque resultó que yo tenía razón."

Lynn Petra Alexander (1938-2011) nació en Chicago, en el seno de una familia judía de clase media. Primera de cuatro hermanas, era hija de un abogado y una ama de casa. De aquella época, ella misma se describía como "rebelde, maleducada y egocéntrica". Esta actitud inconformista, que muchos veían entonces como un defecto, se convertiría más tarde en su mayor fortaleza como científica. Desde muy joven mostró una inteligencia excepcional y un espíritu rebelde que marcaría toda su carrera. Cuando sus padres intentaron enviarla a una escuela privada elitista, ella se negó y regresó por su cuenta al instituto público donde estudiaban sus amigos. Esta temprana muestra de determinación presagiaba el carácter que más tarde la ayudaría a defender sus revolucionarias teorías frente al escepticismo del establishment científico.

Carl Sagan.

A los 16 años, su brillantez académica la llevó a ser aceptada en el programa de estudiantes adelantados de la Universidad de Chicago, donde conoció a Carl Sagan. Se graduó a los 19 años y se casó con Sagan una semana después. De su paso por Chicago, Margulis recordaría más tarde que allí adquirió "un título, un marido y un más duradero escepticismo crítico" que la acompañaría toda su vida.

Una científica en formación