De La Oveja Dolly A Rexy La T. Rex

- Alejandro Sosa

La clonación es un tema que aún parece exclusivo de la ciencia ficción. A excepción de algunas menciones en los medios sobre los dilemas éticos que representa esta actividad, poca gente está al tanto de que, por ejemplo, la posibilidad de clonar a sus mascotas existe desde hace casi diez años. Hoy, esta opción está limitada a perros y gatos, y a aquellos dispuestos a gastar casi $100 mil dólares para “traer de vuelta” a sus amigos peludos. Sin embargo, sólo es cuestión de tiempo para que otros animales también sean creados de esta manera.

LOS CREADORES

Cuando uno entra al sitio de Viagen Pets –una de las dos empresas que ofrece este servicio–, se puede encontrar la leyenda: “Una mascota verdaderamente especial nos provee una sensación única de confort y satisfacción que es casi imposible de extender más allá de su vida natural... hasta ahora”. Este enunciado encierra una promesa que no se puede cumplir del todo, ya que, a pesar de entregar una apariencia casi exacta, nadie puede asegurar que una copia tenga las mismas características de personalidad o temperamento que el original. Lo que se ofrece, por lo tanto, es un ser vivo distinto a aquel que las personas buscan obtener. Al no estar regulados (en California se rechazó un proyecto de ley), estos servicios y sus efectos secundarios siguen siendo ignorados, tanto por aquellos que los solicitan como por la sociedad en general.

John Woestendiek –reportero experto en el tema, ganador de un Pulitzer y autor del libro Dog, Inc.– advierte sobre los aspectos negativos: de acuerdo con una entrevista publicada en