"Los bosques son eternos.Ellos tienen un tiempo del que nosotros carecemos" Dominique Roques, buscador de recursos naturales

Ha recorrido el mundo en busca de olores para la industria perfumera. En sus viajes, además, ha aprendido a amar los bosques. Considera esencial que nos reconciliemos con los árboles. Nos va la vida en ello.

- Pablo Fernández

La duración de la vida de un hombre es insignificante en comparación con la de un árbol. En las montañas del Líbano, en la reserva natural de Barouk, existen cedros con más de 2.000 años de edad. Dominique Roques, autor de El aroma de los bosques (2024), asegura que se trata de “el padre de todos los bosques, un monumento de la historia de la humanidad”. El bosque originario de cedros cubría 100 kilómetros de extensión. En la actualidad, queda menos del 2 %.

Los historiadores estiman que los primeros árboles aparecieron en la Tierra hace 370 millones de años. Hace 15.000 años, durante el fin de la última glaciación, los bosques cubrían alrededor de dos terceras partes del planeta. Hoy solo quedan la mitad. La capacidad destructiva del ser humano parece incontrolable, pero Roques tiene una visión ligeramente distinta: “Lo cierto es que los bosques son eternos. La afirmación puede parecer aventurada o perentoria en un momento en que los incendios nunca han sido tan gigantescos y la deforestación no disminuye. Es cierto que los bosques pueden desaparecer, el hombre tiene mucho talento para ello, pero en cada parcela que no hormigonamos, donde dejamos un poco de tierra a la luz, el bosque vuelve. Siempre. Es solo cuestión de tiempo, el tiempo que los árboles tienen y nosotros no”.

[1] Parque Nacional Redwood, California (EE.UU.) Las secuoyas llegaron a cubrir las dos terceras partes del hemisferio norte del planeta.

[2] Una vida en busca de esencias Roques tuvo su primer trabajo relacionado con las esencias en Andalucía. Aprendió español mientras trabajaba en la destilación de la jara.