"Nunca soñé con el Premio Nobel"

La bioquímica Katalin Karikó habla sobre la ambición y la satisfacción de haber salvado vidas

- Christina Berndt Y Julia Rothhaas

SIN SU TENACIDAD, es posible que las vacunas de ARN mensajero que salvaron vidas durante la pandemia del Covid-19 no existirían hoy. Pero lo cierto es que a lo largo de su carrera, la ganadora del Premio Nobel Katalin Karikó ha perdido su trabajo en varias ocasiones, ha tenido que cerrar su laboratorio y muchas de sus propuestas de investigación han sido rechazadas. Pero nada de esto ha conseguido desanimar a esta mujer de 70 años.

PREGUNTA: En su autobiografía, describe cómo estudiaba con la ventana abierta durante sus estudios en Hungría para mantenerse despierta, incluso en invierno.

KATALIN KARIKÓ: Es tremendamente estresante tener que ir siempre a remolque de los demás. Cuando empecé a aprender las letras en primer curso, los demás niños ya sabían leer. Sus padres eran médicos y profesores, el mío era carnicero. La sensación de tener que recuperar el tiempo perdido constantemente me acompañó hasta la universidad.

En la Universidad de Pensilvania se la llamaba "la loca del ARN mensajero", ya que nadie la creía ni le veía sentido. Como no tenía permiso para trabajar más de cinco años como profesora adjunta de esa universidad, la despidieron en 2013. ¿Le dolió?