VIDA FLOTANTE

Un exclusivo barrio holandés muestra cómo las ciudades se pueden preparar para el aumento de los niveles del mar en el mundo

- Shira Rubin

Marjan de Blok ajusta su indicador de peso corporal mientras camina por el muelle que une una comunidad flotante ins talada sobre un canal cerca del Río IJ, y saluda a varios de sus vecinos para que puedan escucharla a pesar del intenso viento que azota con fuerza.

El día que visité el lugar, en otoño de 2021, Ámsterdam estaba en alerta por fuertes lluvias y vientos de 80 kilómetros por hora. Pero en el norte, en el barrio de Schoonschip, la vida transcurría con normalidad. De Blok charlaba con sus vecinos mientras sus casas se balanceaban sobre los postes de acero de los cimientos siguiendo el movimiento del agua debajo.

Marjan de Blok con su familia, en su casa flotante.

“Es como si viviéramos en la playa, con el agua, el aire con olor a sal y las gaviotas”, dice. “Pero también es especial porque, inicialmente, nos había dicho que construir nuestro propio barrio era sencillamente imposible”.

Una amplia lista de legisladores, planificadores urbanos, emprendedores y ciudadanos europeos han visitado Schoonschip para observar de cerca esta manifestación real de lo que alguna vez pareció una idea de ciencia ficción. De Blok, una holandesa directora de