Te llevo bajo mi piel – Sinatra, Kennedy y el crimen organizado

Frank Sinatra tenía al mundo de un hilo. Sólo una persona logró lastimarlo de verdad: el presidente John F. Kennedy.

- Por J. Iván Morales

Te van a joder, Frank, los Kennedy. No tienes idea de lo que estás haciendo. La mirada de Frank Sinatra, esos ojos azules como el cielo, llenos de una rabia que sólo tienen las personalidades más soberbias –aquellas que no están acostumbradas a lidiar con el rechazo– se voltearon hacia su amigo Dean. Rápidamente, con un control sobre sus emociones envidiable, esa mirada se transformó en una sonrisa amigable y despreocupada.

–Ya veremos, amigo. Cuando estemos en la Casa Blanca, ya veremos.

Frank Sinatra y Dean Martin estaban parados lado a lado en una de las alas del escenario del hotel Sands en Las Vegas. El año era 1960 y acababan de terminar una de las múltiples funciones que ellos dos y el resto del Rat Pack (Sammy Davis Jr., Joey Bishop y Peter Lawford) ofrecían cotidianamente, sin avisarle a nadie y a su antojo. Ni siquiera la marquesina que anunciaba la presencia de Martin estaba del todo segura de quién estaría: “Dean Martin esta noche”, se leía, y luego continuaba: “Tal vez Frank, tal vez Sammy”. En una de las primeras filas de aquel show, un joven senador con aspiraciones a la presidencia aplaudía con el resto del público.

Sinatra y aquel apuesto político, un sureño de nombre John Fitzgerald Kennedy –Jack, para los amigos–, se habían conocido hacía un par de años en casa de Peter Lawford, pues éste último estaba casado con Pat Kennedy, hermana menor de Jack. Desde que se conocieron, el