Tamara Kojo EN LO MÁS ALTO DEL 'BALLET'

UNA SECCIÓN PARA NOSOTRAS con lo que nos importa, nos ayuda y nos motiva.

- EVA CARNERO

Sin duda, el ballet clásico mundial tiene en la bailarina y coreógrafa Tamara Rojo el referente más importante de los últimos años. Aunque nació en Montreal (Canadá), la familia de Tamara se mudó a España cuando ella apenas era un bebé de cuatro meses. Hija de padres españoles, su pasión por la danza comenzó ya en el colegio. Según ha explicado la bailarina en numerosas ocasiones a diferentes medios de comunicación, ella consideraba el ballet como un oasis en mitad del desierto, ya que el patio era como una batalla campal y las clases de danza se convirtieron, para ella, en una especie de refugio. Aunque reconoce que tampoco era una santa.

PRIMERA BAILARINA A LOS 25

Empezó a formarse en el Centro de Danza Víctor Ullate cuando tenía 9 años y ahí estuvo hasta los 17, completando su formación con David Howard y Renato Paroni. Fue entonces cuando fue nombrada primera bailarina en la Compañía de Ullate, en la que permaneció hasta 1996. En ese momento, Galina Samsova la invitó a bailar en el Scottish Ballet y, durante un año, interpretó obras como El lago de los cisnes, El Cascanueces, Romeo y Julieta y La Sylphide. En 1997, ingresó en el English National Ballet y, con 25 años, fue la bailarina principal de la Compañía Nacional de Inglaterra, categoría con la que se incorporó al The Royal Ballet de Londres, invitada por Anthony Dowell, en 2000.

HACE HISTORIA EN EL 'BALLET'