LA SERPIENTE QUE CAYO DEL CIELO

LA INCREÍBLE MALA SUERTE DE UNA MUJER QUE ESTABA CORTANDO EL CÉSPED Y NOTÓ ALGO QUE LE CAÍA ENCIMA

- Derek Burnett

LA TIERRA TIENE OCHO MIL MILLONES DE HABITANTES.

Treinta millones viven en Texas, Estados Unidos. En la ciudad de Silsbee, al oeste de la frontera con Luisiana, hay unos 7.000. Podemos calcular que cualquier martes por la noche, 20 vecinos de Silsbee están cortando el césped. De entre esos 20, 7.000 vecinos de Silsbee, 30 millones de texanos y 8.000 millones de humanos, solo Peggy Jones, de 65 años, tuvo la mala suerte de que una serpiente cayera del cielo sobre ella.

El 25 de julio de 2023, Peggy y Wendell Jones, su marido, trabajaban en una propiedad que tienen en las afueras de la ciudad. Mientras Wendell deshierbaba la parte delantera, Peggy, subida a un tractor que arrastraba una cortacésped, recorría la parte trasera de la finca. Lo habían dejado para la noche para evitar los casi 38 grados de la tarde.

Alejada de la vista y oído de su marido, Peggy iba pensativa con las manos al volante cuando, de pronto, una serpiente de más de un metro cayó del cielo sobre su antebrazo derecho.

No es algo que uno espere que ocurra. "En ese momento no sé si me di cuenta de que era una serpiente", dice Peggy. "Estás fuera, rodeada de grillos e insectos, así que solo te sacudes de forma automática. Y eso fue lo que hice". Pero el animal no se soltó. Se aferró, tras enrollarse fuertemente alrededor de su brazo. Un milisegundo después, al darse cuenta de que lo que tenía en el brazo era una serpiente (y muy grande), gritó y agitó el brazo con más fuerza.

No tenía ni idea de qué tipo de serpiente le habían otorgado los cielos, ni le importaba. "Para mí", dice, "una serpiente es una serpiente".