¿Inocente o culpable?

Juan Moro Ávila afirma que trató de meter las manos para defenderse, pero como el asesinato del periodista Manuel Buendía fue una cuestión política,“de un crimen de estado en tiempos de Miguel de la Madrid”, le acabó costando al sobrino-nieto del ex presidente Manuel Ávila Camacho casi 20 años en la cárcel.

- José Xavier Návar

El asesinato de Manuel Buendía (30 de mayo de 1984), uno de los periodistas más influyentes de México, fue ampliamente documentado en su momento y con añadidos periodísticos que se han sumado en Internet. El libro Buendía, el primer asesinato de la narcopolítica en México, de Miguel Ángel Granados Chapa, señala muchas teorías, hipótesis y vertientes, como la posibilidad de que el asesino haya sido un resentido y no un profesional.

El “Serpico mexicano”, Juan Rafael Moro Ávila, un policía de élite, piloto aviador, campeón nacional en varias especialidades (judo, karate), motociclista; stuntman, actor de telenovelas y protagónico de cine (realizó más de 30 películas), aparte de rockero e integrante del grupo Asociación Delictuosa –con quienes grabó dentro del Reclusorio Norte–, fue señalado como el que jaló el gatillo.

Mientras estuvo encerrado, Moro Ávila siempre se defendió de todo lo dicho y escrito. “Imagínate si no. Toda mi familia metió abogados en su momento. Nunca acepté esa mentira del asesinato de Buendía. Estuve en la investigación como parte de la Federal. Mal hecho del señor Zorrilla que nos haya mandado investigar un homicidio cuando éramos agentes federales. Llegamos al lugar de los hechos y vemos tendido a un muerto ahí en la calle. Inmediatamente nos ordenan: ‘Busquen al asesino’. Pues no somos magos ni brujos. Anduvimos peinando la zona y no encontramos nada. Esa fue toda mi participación en el asunto Buendía”.