Seis Íconos Del Estilo Masculino

James Dean: Rebelde inmortal

- Eduardo Venegas

Tenía sólo 24 años el día que despedazó su Porsche 550 Spyder, junto con los corazones de un par de generaciones y la ambición de los grandes estudios, que veían en él a su nuevo Gigante cinematográfico. Las imágenes del fatídico episodio muestran un amasijo de fierros, del cual emergieron dos cosas: el cuerpo inerte de James Byron Dean y un mito imborrable, construido a partes iguales por la tragedia precoz, tres películas legendarias y la estampa imborrable de aquel chico entre atormentado, desafiante y engreído, que llenaba con su presencia cualquier espacio donde se plantara.

Mirada taladrante, copete Rebelde y rostro de ángulos tan afilados que podrían cortar el aire, lo mismo imponía si iba con sombrero -y el resto del outfit de cowboy- en los campos petroleros, o dotaba de personalidad a un look tan simple como unos jeans y camiseta blanca -apartado especial para la chamarra roja y su cuello alzado-, o cautivaba con el tipo de chico sudcaliforniano. Todo ello fue un coctel perfecto para que trascendiera el status de estrella de cine y entrara al exclusivo Edén de los íconos culturales.

No tuvo tiempo de hacerse mayor, así que su melena no se fue adelgazando ni desvaneciendo, su piel no alcanzó a arrugarse, ni su silueta pudo encorvarse. Es lo que tiene morir joven: dejar un recuerdo hermoso y, en el caso de James Dean, mítico.

Cary Grant: El 007 real