ORIGEN NO ES DESTINO

Imaginar una comunidad en donde la cotidianidad te dice que tu camino ya está definido por el simple hecho de ser una mujer indígena, podría resultar poco factible en la actualidad, sin embargo, en muchas regiones de México aún es una realidad, a la cual Eufrosina Cruz se enfrentó.

- Jorge Alférez

"En mi comunidad las niñas no juegan con las canicas, sino que juegan a amasar la masa, porque te preparan para ser mujer y casarte”, nos cuenta Eufrosina al recordar su infancia y el entorno en el que creció; uno en el que su destino ya estaba escrito, como el de todas aquellas que le sucedieron, entre ellas su madre o su hermana mayor, a quien casaron a los 12 años. “Allá lo llaman usos y costumbres, yo le llamo violencia, abuso, indiferencia e invisibilidad. No es posible vivir en una sociedad en la que, para muchas cosas no existes, pero sí lo haces para el trabajo y para que elijan tu destino".