ELSA BENÍTEZ BELLEZA ETERNA

Ella protagonizó las pasarelas más glamurosas en los años 90 y 2000. Top model, esposa, madre y empresaria, conversamos con Elsa, en exclusiva, sobre su regreso durante su reciente visita a México: una muestra de que los iconos son eternos.

- POR DÉBORAH URANGA

Total look, Dolce&Gabbana SS25. Collar, pendientes y anillo Devotion, Dolce&Gabbana: oro blanco de 18 quilates, pavé de diamantes y perlas de agua dulce.

La presencia de Elsa Benítez llena el espacio con la elegancia con la que alguna vez tomó una pasarela: con naturalidad y ritmo, como si su cuerpo retomara la memoria muscular y supiera exactamente lo que tiene que hacer. Lleva un look con flores de Dolce & Gabbana, el rostro impecable, el cabello suelto. Estamos en el estudio de Enrique Covarrubias, fotógrafo y un entrañable amigo de Vanidades. Elsa se mueve con confianza. Sonríe con la certeza de quien ha vivido varias vidas dentro de una sola. “Me siento mejor que nunca. Estoy muy cómoda conmigo misma”, expresa. “Me siento feliz de regresar a trabajar”.

Elsa no suele dar entrevistas. No le gusta hablar de más. Sus respuestas nunca son rimbombantes, pero siempre tienen peso. ¿De qué se siente afortunada? “De tener familia y amistades que siempre me apoyan y me dan mucho amor”, responde sin rodeos. No hay guion, hay verdad. La suya.

Total look, Dolce&Gabbana SS25. Pendientes Rainbow, Dolce&Gabbana: oro amarillo de 18 quilates y gemas multicolores.

LA VIDA EN LA CIMA

Sonora, tierra de volcanes dormidos y cielos exagerados, ha visto nacer a mujeres inolvidables: María Félix, Silvia Pinal, Columba Domínguez. Elsa Benítez viene de esa misma tierra. Sus escenarios, sin embargo, no fueron las pantallas, sino las pasarelas.