Diablo IV

BLIZZARD VUELVE A SER DUEÑA Y SEÑORA DEL INFIERNO

- David Rodriguez

Blizzard Entertainment ha mirado al pasado para crear esta secuela de Diablo, cuyo combate remite al de la tercera entrega y su tétrica oscuridad, a la de la segunda parte.

Las puertas del infierno se han abierto con la llegada de Diablo IV, una nueva entrega de la saga de Blizzard Entertainment con una narrativa oscura y una espectacular Lilith como villana.

Os recomendamos repasar la historia completa de la saga Diablo para estar frescos ante esta nueva epopeya con el enfrentamiento de Lilith e Inarius en Santuario. Blizzard nos presenta una historia más adulta, profunda y redonda que la de la tercera parte. ¡Y menudas escenas de vídeo!

El éxito de la campaña se debe, en parte, a un Santuario que luce verdaderamente espectacular. La saga ha dado el salto a una fórmula de mundo abierto que nos ha convencido, merced a su ambientación, su estructura y su variedad. El mapa, formado por cinco grandes regiones, es enorme y, después de completar la campaña, teníamos la sensación de no haber visto ni tan siquiera la mitad. Santuario respira pura crueldad: es un mundo en colapso, donde la muerte y la miseria campan a sus anchas. Atrás queda esa estética más cartoon y colorida vista en Diablo III y Diablo Immortal. Esto es un glorioso regreso a las raíces.

DA LA OPORTUNIDAD DE EMBARCARSE EN UN VIAJE ÉPICO Y EXPERIMENTAR LA ESENCIA DE UNA SAGA QUE ES HISTORIA

El diablo viste de Blizzard