MUY PERSONAL CUERPO DE BAILE

LE HAS VISTO EN EL TALENT SHOW 'BAILANDO CON LAS ESTRELLAS', PERO FUERA DE LA PISTA DE BAILE, GORKA MÁRQUEZ SE FORJÓ A BASE DE ESFUERZO. HABLAMOS CON ÉL DE RÉCORDS PERSONALES, DE SU PASIÓN POR LA DANZA Y DE CÓMO ENCONTRAR CIERTO PLACER EN EL DOLOR.

- RICHARD GODWIN

El bailarín español posa para las fotos en el Bethnal Green Weightlifting Club, un gimnasio sencillo y sin pretensiones, como sacado de una película de Guy Ritchie, en el East End londinense. La decoración es mínima, el equipamiento espartano y los mensajes motivacionales son igual de austeros. En la esquina de una pizarra alguien ha escrito: “Tres nuevas formas de levantar más peso. 1. Sé más fuerte. 2. Sé más fuerte. 3. Sé más fuerte”. Se podría pensar que Márquez estaría fuera de lugar aquí; más acostumbrado, por ejemplo, al ambiente glamuroso del estudio del talent de la BBC Bailando con las estrellas, donde lleva casi una década lanzando por los aires a famosos con lentejuelas, ganándose el corazón de los espectadores británicos y de su pareja, la actriz, influencer y podcaster Gemma Atkinson, a quien conoció en el plató. Aquí, en Telecinco, le pudimos ver como jurado del mismo programa.

Pero no llegó allí de la noche a la mañana. Fueron años de esfuerzo, entre dolor y sudor, en lugares tan poco glamurosos como este en el que nos encontramos hoy, los que forjaron a Márquez como el atleta que es ahora. Gorka desarrolló su capacidad física para sobresalir en cualquier entorno, ya sea con trajes a medida y luces brillantes o entre el serrín de su gimnasio local.

Cuando Márquez descubrió el CrossFit, se sintió inmediatamente atraído por la intensidad de ese deporte y vio la similitud con su metodología de entrenamiento para la danza. “Tiene mucho en común con el CrossFit”, explica. “Por eso, cuando empecé con ello, me encantó: es muy similar. Entrenamientos cortos y múltiples eventos a lo largo del día. Nunca se me dieron bien las pruebas de fuerza máxima; lo mío era la resistencia”, continúa. “Podía entrenar horas. Me encantan los burpees y el remo... Hay gente que odia el dolor o el sudor. A mí me encanta llegar al límite, hasta el punto de sentir que voy a vomitar”.