Cuando zarpa la curiosidad

Jake Gyllenhaal ha hecho de la emoción su mejor herramienta interpretativa, y por eso pone mucha piel en todo lo que hace. Repite como imagen del nuevo perfume de Prada: la versión Luna Rossa Le Parfum. Les deseamos buen viento y buena mar

- JUANJO MADRIGAL

Tiene 43 años y Jake Gyllenhaal conserva la emoción de sus inicios cuando afronta nuevos proyectos. Y ya van unos cuantos. Apenas tenía 12 cuando Billy Cristal contó con él como niño prodigio para la película Cowboys de ciudad. Hoy, tras una ristra de cintas consideradas como clásicos del cine -Brokeback Mountain o Enemy son dos ejemplos-, este actor, inquieto por naturaleza, combina la interpretación con las labores de productor: "Cada trabajo es un viaje con su propio aprendizaje, con sus desafios creativos y con la grandeza de formar parte de ficciones que podrían ser perfectamente historias reales". Su última hazaña es Presumed Innocent (Apple TV): una serie de suspense que narra la historia de un asesinato en Chicago que ha convertido a Rutsy Sabich, el personaje al que da vida Gyllenhaal, en el principal sospechoso. La ficción se ha convertido en la más vista de las últimas semanas.

ESQUIRE: Ahora que te has convertido en productor, ¿se ha intensificado tu trabajo?

JAKE GYLLENHAAL: Cuando trabajas como actor, tu personaje está al servicio de la historia. El guion es el que manda. Sin embargo, en la producción la cosa cambia, ya que eres capaz de formar parte de la historia desde que se gesta.

ESQ: Debe de ser como dar el salto de la infancia a la edad adulta, ¿no?